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- HISTORIA DEL MONTAÑISMO
Se fue un guerrero, discutidor apasionado, amante de las largas tertulias tomando cerveza, de amplia sonrisa seductora...
- Por Guillermo Martin, Presidente del CCAM -
Nota escrita y publicada en junio del 2008, un mes después de la desaparición en el Dhaulaguiri de Darío Bracali.
Desde que Darío Bracali conoció el Centro Cultural Argentino de Montaña en el 2005, nos ayudó en este emprendimiento de todas las maneras posibles que estuvieron a su alcance, desde la donación de material de montaña para el museo, libros y apuntes para la biblioteca, puso a disposición sus contactos, dio conferencias y desde su perspectiva nos invitó a transitar los cambios de estos tiempos.
Desde el Centro lo apoyamos en la expedición al Gasherbrum II, del 2006, consiguiéndole el esponsoreado de Makalu, participo de la Expedición al Volcán Lautaro del CCAM en el 2007 y estuvo a su disposición todo el material de nuestro archivo y biblioteca cuando estaba escribiendo sus libros, que en muchas oportunidades nos elogió.
Voy a despedirme en nombre de todos los que lo conocimos, esperando que su espíritu siga elevándose, como en su vida buscó elevarse a través de la ascensión de sus queridas amigas las montañas.
Darío Bracali en la cima del Gasherbrum II (8035 msnm) con la bandera de Entrenamientos de Montaña
del Centro Cultural Argentino de Montaña. 2006
Darío Bracali dando la conferencia en la sede del Centro Cultural Argentino de Montaña, sobre su ascensión al Gasherbrum II y además presentando su libro Andinismo publicado por la editorial Desnivel de España, en el 2006 Foto: Guillermo Martin
Aclaración
Creo importante aclarar que su forma creativa e innovadora de ver nuestra actividad ocasionó que después de su desaparición en el Dhaulaguiri el mes pasado, se juzgara en algunos medios la forma de organizar la expedición, por eso siento la necesidad de aclarar a continuación lo que comprendí de él, después de muchas conversaciones y hasta discusiones con un tinte reflexivo.
Estrategia de la Expedición al Dhaulaghiri
La expedición Argentina al Daulaghiri liderada por Darío Bracali tenía una metodología de trabajo particular, a la cual se conoce como Expedición Alpina, donde su propósito es conquistar la cumbre con equipo liviano y en forma independiente, sin la contratación de porteadores o Sherpas o un campamento base, donde la idea es ascender rápidamente y que los mismos escaladores vayan armando los campamentos de altura y porteen el equipo mientras ascienden. Otras de las estrategias, fue aclimatar anteriormente en los Andes, subiendo a montañas de 6500 mts. para que la expedición al Daulaghiri fuera rápida y no tener que esperar dos meses para subirlo aclimatando. Hoy la mayoría de las expediciones en el Himalaya implementan una logística de Expedición Pesada donde los escaladores son acompañados y asistidos por todo un equipo de apoyo, Darío creía que subir esta montaña de una manera franca donde el esfuerzo recaiga sobre los mismos escaladores es un camino por el cual se siente y vive el verdadero desafío de la montaña.
Rumbo al camping Piedra del Fraile, Dario Bracali y Guillermo Martin, Expedición al Volcán Lautaro.
Foto: Fernando Rampezzotti
Que decía Darío
Bracali de él mismo
Soy montañista y viajero. Tengo formación universitaria de historiador y vocación literaria. Pero por sobre todas las cosas, soy un difusor de la cultura de montaña. A través de artículos, libros, conferencias y documentales para TV, he dedicado mucho tiempo y energía a dar a conocer el maravilloso mundo de las montañas. Porque creo que no se ama lo que no se conoce, y porque estoy convencido de que la montaña como escuela de vida tiene mucho que aportar al mejoramiento de la vida de las personas, montañeras y urbanas.
Datos Generales
Fecha de
nacimiento: 08/12/1972
Residencia: Buenos Aires, Argentina (transitoria)
Estudios Universitarios: Profesorado de Historia,
con especialización en antropología, historia clásica y
de América precolombina, Universidad de Buenos Aires, 2006
Otros cursos realizados: Comercio Exterior, Bank
of Boston, 1991
Escalada en roca, Centro Andino Buenos Aires, 1993 Escalada
en hielo, Club Andino Bariloche, 1993
Marketing, Universidad de Palermo, 1993
Instructor de esquí alpino, AADIDE, 1995
Guía de Cordillera y Trekking, AAGM, 1998
Socorrismo para Excursionistas, Fundación Ecomed, 1999
Fotografía Profesional, AFPRA, 1999
Escalada artificial, Centro Andino Buenos Aires, 2001
Geodesia Física, Instituto Geográfico Militar, 2004
Idiomas:
Español (lengua materna)
Inglés
(9/10)
Portugués (9/10)
Francés (6/10)
Otros datos de interés:
Fotógrafo Profesional
Buzo desde 1993 (Stress & Rescue SSI)
Instructor de Primeros Auxilios en Zonas Agrestes (CSE)
y asesor técnico de la Fundación Ecomed (1999-2002)
Asesor del Centro Cultural Argentino de Montaña
Corresponsal en Argentina del Servei General d´Informació
de Muntanya, una de las bibliotecas de montaña más completas
del mundo.
Biblioteca personal consta de unos 1.300 volúmenes, especializados
en viajes, montaña, historia y antropología.
Estuvo en 42 países, siempre viajando en forma
independiente y mezclando aventura con turismo, desde la
perspectiva de una inmersión en el mundo cultural local.
Trabajó en el mundo del esquí, esquiando en 31 centros
en los Andes, Alpes, Pirineos y Rocallosas.
Tenía amigos en casi todos los países montañosos que visitó,
así como en cada una de las provincias andinas argentinas.
En la cumbre del Volcán Lautaro, Fernando Rampezzotti y Dario Bracali. Foto: Guillermo Martin
En el refugio Piedra del Fraile al regreso de la expedición al Volcán Lautaro en marzo del 2007,
Chalten, Patagonia Argentina, Foto: Guillermo Martin
Montañismo
Montañista
con 16 años de trayectoria y más de 200 ascensos en montañas de América, Europa, Asia y Oceanía.
Primera persona en el mundo en ascender las 10 montañas
más altas de los Andes y primer ascenso
invernal del Pissis, la segunda entre ellas.
Ascenso de dos montañas de más de 8.000 metros (Cho Oyu
y Gasherbrum II), con un estilo de vanguardia a nivel mundial.
Trabajo de 5 años de relevamiento de las montañas más altas
de los Andes y exploración de sus áreas aledañas, para la
guía de Desnivel "Los 13 seis mil quinientos de los
Andes", que incluyó la compleja determinación de la altura
relativa de los torreones cumbreros del Ojos del Salado.
Varios ascensos y travesías en esquí de montaña, así como
descensos de esquí extremo.
Socio del Club Andino Bariloche desde 1994 (Nº 14068), del
American Alpine Club desde 1998 (Nº 12183), del Centro Cultural
Argentino de Montaña desde el 2005 (Nº 382) y del Centro
Andino Buenos Aires (Nº 1187) desde 2006.
Publicaciones
Varios artículos
para las más prestigiosas publicaciones de montaña de Argentina,
España y Estados Unidos, algunas de las cuales también me
han realizado entrevistas.
Libro "Andinismo - Manual para ascender a las montañas más
altas de los Andes", Editorial Desnivel (España), 12/2004.
Libro "Los 13 seis mil quinientos de los Andes - Guía de
ascensos", Editorial Desnivel (en edición)
TV
Producción general del ciclo documental "Andes - The Summits", que presenta en formato de alta calidad el ascenso a las 13 montañas más altas de los Andes.
Conferencias
Diversas conferencias en clubes de montaña e instituciones vinculadas, sobre los Andes y los Himalayas.
Cima del Gorra Blanca - Chalten, Patagónia 2007. Foto: Fernando Rampezotti
Entrevista que dió Christian Vitry al regreso de la expedición al Dhaulaguiri
Christian Vitry, está de regreso en Salta. Logró la cumbre del Monte Dhaulagiri (8.167m), la séptima montaña más alta del mundo, y es el segundo salteño en conseguir un "ochomil".
Acá nos cuenta su verdad.
Se hablaba de improvisación en el ascenso... ¿fue así?
No existieron improvisaciones, nosotros fuimos a escalar la montaña en estilo alpino, liviano, rápido y fuimos consecuentes con el estilo siempre. Sabíamos que seríamos criticados e incomprendidos, pero ese asunto va más allá de nosotros que somos concientes de lo que planificamos e hicimos.
Nuestra expedición no tenía sherpas que nos armen y desarmen las carpas, que instalen cuerdas en toda la montaña, cocineros y sirvientes en los campamentos, no teníamos grupo electrógeno o pantallas solares para mantener las computadoras, teléfonos y conexión a Internet, por todo ello dijeron que éramos pobres e improvisados. Pero nuestro objetivo deportivo estaba más allá de todo eso que son las expediciones comerciales, justamente en la vereda opuesta. Nosotros cargamos nuestras mochilas con unos 20 kg desde los 900 metros de altura hasta los 7400 m del campo 3. Solo empleamos 3 porters para que lleven el grueso del alimento hasta el campo base, el resto lo hicimos solos.
Por otra parte, a diferencia de todos, que se instalan para aclimatar en el campo base (4.800 m) y de allí suben y bajan muchas veces, nosotros hicimos base en el campo 1 (5.800 m) donde permanecimos mas de una semana aclimatando. Por otra parte, también a diferencia del resto, nosotros antes de partir estuvimos todos en altura, mis tres compañeros estuvieron en el Aconcagua 10 días antes de partir y yo anduve por Ecuador y los cerros de la puna poco antes del viaje. En definitiva, nuestros criterios para afrontar la montaña son sustancialmente diferentes, pero no improvisados.
Dario Bracali y Christian Vitry en la expedicion al Dhaulagiri 2008
¿Qué sucedió con Glass, Cura y Bracali?. ¿Hubo alguna alianza estratégica con algún otro equipo de ascenso para que puedas conseguir tu cumbre?
Todos llegamos el 30 de abril al campo 3, allí el mal tiempo y el escaso lugar (estamos hablando de una ladera de 40 grados de inclinación) nos dificultó poder armar dos carpas, por ello armamos solo una, donde debimos pasar la noche los cuatro. Pocas horas después, sin haber descansado por la incomodidad, salimos con Darío a la cumbre. Sebastián se había enfriado las manos y Guillermo estaba cansado, ambos decidieron no salir a la cima y empezar a descender hacia el campo 2. Es aquí donde Sebastián se da cuenta de las severas congelaciones sufridas en ambas manos, eso apresuró el descenso.
Ese 1 de mayo salimos entonces con Darío hacia arriba. A una altura de 7800 metros Darío estaba muy cansado, sus piernas temblaban y decidimos bajar. Yo estaba bien, con mucho resto físico, pero no iba a dejar solo a mi amigo, renuncié a la cumbre. Luego de descender unos 200 m nos cruzamos con Rafael Guillen y Jesús Morales. Allí nos comentan que Rafael estaba cansado y quería bajar, Jesús estaba bien y quería continuar, entonces acordamos con Darío que él bajaría con Rafael y yo continuaría con Jesús para intentar la cima, a la cual llegamos unas horas más tarde.
¿Podes brindarme detalles de la cumbre, cuan difícil es su ascenso?
La parte más difícil de la montaña es entre el campo 2 y 3 y los primeros 200 metros entre el campo 3 y la cima, luego es expuesto, con algunos pasos cortos con cierta dificultad técnica, pero no tan peligroso como lo precedente. Una angosta canaleta de unos 50 metros de longitud y 50 grados de inclinación remata en el filo de la cima. Los últimos metros fueron de gran expectativa, la misma que siento siempre antes llegar a una cima, la de la apertura del horizonte, la de imaginar y pensar que hay mas allá, que es lo que se ve, la diferencia en este caso se magnificaba, pues se trataba de un horizonte generado en los 8.000 metros, con toda la carga emocional del caso. Asome al filo cumbrero y lo primero que observé fue el cuerpo tendido de un montañista que pagó con su vida el haber llegado a la cumbre, allí quedó, tendido, dormido para siempre, quien sabe hace cuanto tiempo_ luego, mi vista se dirigió hacia la izquierda, donde a escasos metros estaba la parte más alta de la montaña, recortada sobre un horizonte dinámico, huidizo, donde la constante fue el cambio. Finalmente llegué a la cima, si hubiese estado con algunos de mis amigos hubiese llorado, pero la cima fue una emoción seca, un palpitar acelerado del corazón y unos demandantes pulmones que se esforzaban por captar lo máximo de un enrarecido aire.
De izq. a der.: Christian Vitry, Darío Bracali y Guillermo Glass en el Daulaghiri
¿Cómo fue tu descenso de la cumbre... peligró tu vida?
Darío debió regresar al medio día del 3 de mayo y eran las últimas horas de la tarde y no había llegado. Toda esa noche no dormí, estuve alumbrando con la linterna, silbando y llamando a Darío. El 4 de mayo a las 16 hs recibo un par de mensajes, uno de Pablo Solsona (nuestro compañero de la primera parte de viaje) y otro del ecuatoriano Iván Vallejos donde me piden que baje, pues era cuestión de vida o muerte. Llevaba cuatro días a 7.400 metros y se avecinaba un temporal. Eran las 16.30 hs, la visibilidad era nula y emprendí el descenso, dejé a Darío 5 litros de agua, un termo con té caliente, comida liofilizada, el calentador y tres cartuchos de gas, si llegaba podría subsistir varios días en la carpa. Le deje una nota comentando sobre mi descenso para pedir ayuda.
Con sumo cuidado descendí desescalando por la expuesta ladera de hielo, la visibilidad era casi nula por la niebla y la nieve había cubierto las cuerdas que indicaban el camino. Al anochecer seguía descendiendo con la linterna frontal encendida. En un momento, atravesando un sector con hielo cristal, el crampón de la bota no se clavó y resbale, caí por la ladera unos 70 metros y finalmente logre autodetenerme. En la caída perdí la linterna frontal, cuya luz se perdía ladera abajo. Me frene a escasos dos metros de una grieta. Allí decidí quedarme, no tenía otra opción segura.
Con mi soga y unos tornillos de hielo me fijé a la montaña y pase la noche al borde de la grieta. Tome el último sorbo de líquido antes que se congelara y trate de no dormirme hasta el amanecer. La situación no era la buena, pero estaba controlada. Al amanecer, observé las carpas del campo 2 y me di cuenta que había equivocado la ruta de descenso. Empecé a bajar y debí cruzar varios seracs y saltar grietas. Se nublo y de nuevo quede sin visibilidad, hasta que escuche unas voces, era el lituano Ernestas Marksaitis, quien me facilitó su soga para descender los últimos 150 metros hasta el campo 2.
En el campo 2 estaban dos sherpas que me esperaban con líquido, comida y una carpa para que descanse. Al día siguiente, bajé con los dos sherpas hasta el campo base donde me encontré con Guillermo Glass y me enteré que Sebastián Cura había sido evacuado por congelamientos en sus manos.
El descenso fue duro, peligroso y mi vida estuvo en riesgo, sin embargo, nunca perdí el control de la situación, baje todo el tiempo solo por mis propios medios, no fui rescatado por nadie y tampoco estuve delirando como reportaron los lituanos.
Darío Bracali avanzando hacia el campamento Nº 2. Expedición del 2008. Foto: Colección Christian Vitry
Los integrantes de la expedición del 2008 en el aeropuerto de Kathmandú.
Foto: colección Christian Vitry
¿Qué pasó en el campamento base?
En la base, con Guillermo (Glass) preparamos nuestras mochilas y habíamos hablado con dos porteadores para que nos lleven otros bultos que nosotros ya no podíamos transportar, estábamos dispuestos a descender caminando durante cuatro días, pero un helicóptero nos buscó y nos trasladó hasta Pokara.
Mis manos sufrieron un gran enfriamiento, pero no llegaron a tener congelaciones, por lo que están bien.
Agradecimientos
"Quiero agradecer en primer lugar a las empresas que apoyaron esta expedición, Makalu Indumentarias que puso todo el equipo de montaña, Carrera de Turismo del Instituto Jean Piaget, Alexander Gold Group, FMC Minera del Altiplano. Al Club Amigos de la Montaña que, a través de su página en Internet brindaron información de primera mano al mundo. A mi hermano Adrián que fue mi preparador físico, a mi familia y un especial agradecimiento a todas las personas que se solidarizaron y estuvieron pendientes y compartieron la alegría de la cima, como también los lamentables hechos ocurridos con la desaparición de Darío Bracali", dijo Vitry.
El tema Bracali
"La madrugada del 3 de mayo Darío (Brácali) parte hacia la cima, estaba nublado pero no había tormenta, no eran las mejores condiciones, pero Darío era una persona criteriosa y de gran experiencia. No sabemos que es lo que le sucedió, aunque lo más factible puede ser una caída".
Emoción cumbre
"En la cima del Dhaulagiri pensé en que llevaba exactamente 30 años de actividad deportiva y, por mi mente se proyectaron cientos y miles de rostros de amigos montañeses, los hubiese querido tener a todos, pero estaba solo, sólo pero feliz, feliz de haber cumplido mi propio
sueño y desafío".
Campamento Base. Expedición al Dhaulaguiri 2008. Foto: Christian Vitry
Darío Bracali, Christian Vitry durante un porteo entre el Campamento 1 y el Campamento 2
Expedición al Dhaulaguiri 2008. Foto: Sebastián Cura
Darío Bracali buscaba la cima del monte Dhaulagiri, de 8.167 metros. El andinista intentó llegar a la cumbre en forma solitaria. Una tormenta de nieve y viento dificulta aún más la búsqueda.
El argentino Bracali salió del campamento 3, a 7.400 metros de altura, en búsqueda de la cumbre deseada.
A Darío Bracali lo buscan los sherpas.
Después de diez días las esperanzas de hallar a Darío Bracali en el monte Dhaulagiri, de 8.167 metros, son muy bajas. El reconocido andinista argentino integró una expedición que había partido al Himalaya en marzo y decidió intentar la cumbre en forma solitaria, desde el campamento 3, a 7.400 metros, el 3 de mayo. Nunca más se lo vió.
Los expertos lo dan por muerto, pese a que es considerado el andinista argentino con mayor experiencia en altura, ya que había subido dos ochomiles y todas las montañas de más de 6.500 metros en América.
Bracali (35 años, casado y con un hijo) viajó al monte Dhaulagiri junto a Christian Vitry, Sebastián Cura y Guillermo Glass, para intentar subir su tercera montaña superior a los 8.000 metros, ya que había pisado la cumbre del Cho Oyu (8.201) en 2002 y el Gasherbrum II (8.035) en 2006. De esta manera sería el escalador argentino con mayor cantidad de cumbres en el Himalaya y un serio aspirante a subir los catorce ochomiles del mundo, un hito que hasta el presente solamente han logrado 15 personas.
Darío Bracali y Christian Vitry en el Campamento 3. Expedición al Dhaulaguiri 2008. Foto: Guillermo Glass
El jueves 01 de mayo, durante una ventana de buen tiempo en la montaña, Bracali y Vitry emprendieron el asalto a la cumbre, desde el campamento 3. En los 7.800 Darío se sintió mal y optó por regresar al campamento. Vitry logro la cima, junto a una veintena de escaladores de varios países, entre ellos el ecuatoriano Iván Vallejo, que lograba completar los catorce ochomiles. Cura y Glass habían desistido de la cumbre y habían descendido.
Bracali descanso todo el día viernes y el sábado 3, partió solo hacia la cumbre. Vitry lo esperó todo el día y por la tarde comenzó a mirar hacia la cima, que ya tenía nubes y mucho viento. El domingo el mal tiempo se acentuó y Vitry ya no podía resistir en la altura, donde llevaba cinco jornadas.
Informó sobre la situación en que se encontraba por intermedio de un teléfono satelital y hasta intentó volver hacia lo alto. Por la tarde, viendo que se quedaba sin alimentos y el mal tiempo aumentaba, decidió bajar para buscar ayuda.
No eran los únicos que estaban en problemas. Rafael Guillén, de España, murió congelado mientras intentaba huir de la montaña. Fue divisado por sus compañeros, caído sobre la nieve.
También Sebastián Cura sufrió principios de congelamiento y fue evacuado en helicóptero. Vitry, al límite de sus fuerzas, durmió una noche en una grieta y fue rescatado por dos alpinistas lituanos, cuando intentaba descender al campamento 2. Sus dedos en las manos sufrieron importantes congelamientos.
Los expertos sostienen que nadie puede sobrevivir más de una semana cerca de los 8.000 metros. Indicaron que en la montaña no se habían instalado sogas fijas, por lo cual, cabría la posibilidad de que Darío haya sido tumbado por el viento.
Las posibilidades de buscar una persona en esa altura son muy bajas. Pese a ello, familiares y amigos contrataron a cuatro sherpas (expertos alpinistas nepaleses) para que intenten encontrarlo. Hasta ayer no tuvieron éxito.
Dhaulagiri es la montaña que intentaron cinco expediciones argentinas y en ellas murieron dos personas: Francisco Ibáñez en 1954 y Mario Serrano en 1981.
El mendocino Miguel "Lito" Sánchez fue el primero en pisar su cumbre, en 1990 y luego lo hizo Víctor Herrera, en 2004. Vitry fue el tercer argentino en pisar la codiciada cima.
Fuentes: - Diario "El Tribuno de Salta". Abril del 2008
- Diario "Río Negro", 13 de Mayo de 2008
Guillermo Martin y Dario Bracali a la vuelta de la ascensión al Volcán Lautaro, desayunando lo último que había para comer, capeletinis con sopa, en el refugio chileno Garcia Soto, Foto: Fernando Rampezzotti
Darío Bracali y Guillermo Almaraz charlando sobre el libro. Quebrada La Troya, La Rioja. Foto: E. Samadjian
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