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Febrero 2012 – Noticias y Novedades
Relato de la ruta de la arista sureste del Cerro Torre por Jason Kruk y Hayden Kennedy

Esta ruta es donde fue realizada la extracción de los controversiales clavos de Maestri de la vía del Compresor

- 20/01/2012 -

Fotos: Jason Kruk y Hayden Kennedy

Jason Kruk y Hayden Kennedy han emitido un comunicado oficial sobre su ascensión a la arista sureste del Cerro Torre y la polémica por la eliminación de un centenar de los buriles de Maestri de la vía del Compresor.

Jason Kruk y Hayden Kennedy en la cima del Cerro Torre tras su ascensión de la vía del Compresor en mejor estilo. Foto: Jason Kruk

Jason Kruk y Hayden Kennedy en la cima del Cerro Torre tras su ascensión
de la vía del Compresor en mejor estilo. Foto: Jason Kruk

Jason Kruk y Hayden Kennedy han estado en el centro de la polémica generada alrededor de la arista sureste del Cerro Torre. El canadiense y el estadounidense consiguieron su objetivo de lograr la primera ascensión en ‘buen estilo’ (o sea, sin utilizar la burilada de Maestri en la famosa vía del Compresor) de dicha vertiente.

Durante el descenso, decidieron eliminar un centenar de los clavos de Maestri, lo que provocó una intensa controversia con la comunidad de escaladores de El Chaltén, en la que incluso llegó a intervenir la policía. La consiguiente escalada en libre de la misma arista sureste por parte de David Lama añadió más leña al fuego.

Los dos norteamericanos, una vez transcurridos unos pocos días, han hecho público un largo comunicado en el que cuentan con todo detalle su viaje a Patagonia de este invierno y su ascensión al Cerro Torre. También exponen sus razones para quitar los buriles de la vía del Compresor y se reivindican como representantes de la próxima generación de alpinistas.

A continuación, la traducción íntegra del comunicado escrito por Jason Kruk y firmado tanto por él como por Hayden Kennedy.


El comunicado de Kruk y Kennedy

“Como sociedad, hemos eliminado otros errores, como el Muro de Berlín. La historia no se detiene. La historia está sucediendo ahora mismo. Ojalá los clavos sean historia algún día.” – Zack Smith

Si tenéis la suerte de echar un vistazo al Cerro Torre en uno de esos raros días claros, entenderéis por qué muchos la consideran la montaña más bonita y más irresistible del mundo. Messner la llamó “un grito convertido en piedra”. La contradicción entre su gran belleza y sus aspectos intimidatorios harán dar vueltas a la cabeza de cualquier escalador emprendedor sobre intentarla algún día.

Jason Kruk en el momento de la ascención. Foto: Hayden kennedy

Jason Kruk en el momento de la ascención. Foto: Hayden kennedy

A mediados de enero de 2012, Hayden Kennedy y yo completamos la escalada que se puede definir como la de nuestras carreras. Pero la montaña y nuestra vía han sido traicionadas por la controversia desafortunada que la envuelve como nubarrones.

Quedamos en encontrarnos en El Chaltén, la población que es puerta de entrada a la cordillera, a principios de diciembre de 2011. En el mes anterior a nuestro viaje, Hayden y yo no hablamos demasiado. Él estaba en Turquía haciendo escalada deportiva y preocupado con una chica noruega. Yo estaba en México volando en parapente. A pesar de siete temporadas de experiencia acumulada en la cordillera y a una larga lista de deseos, no habíamos hablado sobre ningún objetivo específico más allá que el de querer ‘escalar en las Torres’ y hacerlo en nuestro estilo favorito: rápido, ligero y tan libre como fuera posible. Sabíamos que los mejores planes podían ser dispersados por los vientos patagónicos. Mejor ser flexible y simplemente dejarse llevar. Siempre hemos estado en la misma línea, escalando con prudencia, desde nuestra primera vez juntos hace un par de años. Todo eso estaba en la base del Cerro Fitz Roy, cuando lo escalamos a través de la clásica patagónica, la Supercanaleta (1.600 m, 6a+, 85º), una vía que en la primera ascensión significó un hito en cuanto a estilo de escalada. Fue completada en 1965 por los escaladores argentinos Carlos Comesaña y José Luis Fonrouge en perfecto estilo alpino a lo largo de un intento de tres días, datos muy impresionantes incluso para los estándares modernos, e infinitamente más considerando el equipo de la época. Fue también la segunda ascensión absoluta del Cerro Fitz Roy.

No pasó mucho tiempo desde nuestra llegada a El Chaltén antes de que el tiempo nos pareciera lo suficientemente bueno como para intentar algo. Elegimos escalar la clásica Exocet (500 m, 6a, WI5, MI3) a la Aguja Standhardt, la perfecta vía de introducción a los matices específicos de la escalada en el Torre. Una semana después, escalamos Punta Herrón a través de la vía Spigolo dei bimbi (350 m, 6b, MI5), así como la Huber-Schnarf (200 m, 6b+, MI3) a la Torre Egger, en una larga jornada. Durante este tiempo, también hemos escalado la clásica Chiaro di luna a la Aguja St. Exupery y hemos abierto una nueva vía a la Aguja de la S.

Hayden kennedy en el momento de la ascención. Foto: Jason Kruk

Hayden kennedy en el momento de la ascención. Foto: Jason Kruk

Estábamos ciertamente cumpliendo nuestros planes de ‘escalar en las Torres’, habiendo completado vías en tres de las cuatro. Sólo nos quedaba el Cerro Torre, una montaña que yo había intentado escalar el año anterior. Chris Geisler y yo alcanzamos un punto a unos 40 metros de la cumbre del headwall. Habíamos intentado la arista sureste, la línea de la vía del Compresor, pero habíamos evitado utilizar cualquiera de los buriles de Maestri. Cuando nuestra mejor suposición en la línea de debilidad arriba del headwall se reveló como un callejón sin salida, teníamos dos opciones: retirarnos o continuar subiendo por la burilada.

No haríamos cumbre en el Torre ese año. Nuestro intento se agrió con el renacimiento de la controversia del Cerro Torre en la que Chris y yo nos vimos entonces arrastrados. Amantes de la controversia, todas las revistas querían conocer mi opinión. El bombo fue demasiado –basura reciclada. Al final, me cansé de todo ello, la idea de compararme con cualquier otro me ponía enfermo. Mi plan nunca fue promocionar mi ascensión ni difamar a David Lama.

Hayden y yo queríamos centrar nuestra energía en otra línea del Torre esta temporada: la cara norte. La vertiente salvaje está llena de aventura y de lo desconocido. Sintiéndonos super en forma y motivados al máximo, sabíamos que teníamos una oportunidad si el tiempo continuaba colaborando. Sin embargo, el mes de enero fue inhabitualmente cálido en las montañas, e intentar la cara norte nos pareció simplemente demasiado peligroso. La línea más lógica a intentar era ahora mi vieja amiga, la arista sureste.

La mañana del 15 de enero, Hayden y yo dejamos el campo base de Niponino, aproximamos hasta el Cerro Torre y escalamos lentamente los 300 metros de ‘aproximación’ mixta hasta el collado de Paciencia, conservando toda la energía que fuera posible. Allí, nos relajamos en la oscuridad de nuestra tienda, y bebimos y comimos lo máximo posible. Con binoculares, espiamos fisuras discontinuas que hendían la parte de más a la izquierda del headwall y que podían conectar la línea que Geisler y yo habíamos intentado con la cumbre.

Dormimos más allá de nuestra alarma de las 11 de la noche, y nos despertamos a las 2 de la madrugada. Tomamos café, nos motivamos y estábamos escalando hacia las 2:45. La mayoría de la parte baja de la arista sureste consistió en una escalada por fisuras paralelas. Reíamos y gritábamos en plena noche, mientras hacíamos una rápida ascensión en la oscuridad. Alcanzamos la variante Salvaterra-Mabboni justo antes de las primeras luces, alrededor de las 5 de la mañana.

Jason Kruk en el momento de la ascención. Foto: Hayden kennedy

Jason Kruk en el momento de la ascención. Foto: Hayden kennedy

La línea  de la arista fue intentada nada menos que en 1968 y finalmente fue escalada en 1999 por Ermanno Salvaterra y Mauro Mabboni. Desde aquí, la vía del Compresor sigue una línea inexplicablemente recta, cruzando roca lisa y con centenares de clavos. Hayden escaló de primero la siguiente fisura discontinua de A1, usando un par de clavos entre friends pequeños. La escalada en la arista  superior es absolutamente brillante –cantos inmaculados de 5.10 en una posición expuesta en la arista. Escasamente fijado en una reunión de dos clavos, Hayden continuó subiendo la arista a máxima velocidad mientras yo lo seguía yumareando lo más rápido posible. Alcancé sin aliento el aseguramiento, una posición increíble en una cúspide por encima de la cara sur. Mirando a la derecha, hielo y terreno mixto conducían a través de formaciones de la torre de hielo. Tras coger el material y ponernos los crampones, chocamos de manos y salí yo de primero, navegando por los largos de hielo y mixto todo el camino hasta la base de la chimenea de WI5. Este largo largo y vertical, escalado por primera vez por Josh Wharton y Zack Smith, evita otra burilada a través de un muro liso a su derecha. El hielo estaba frío y duro como el metal. Lo superé con tres tornillos de hielo, y Hayden fue de segundo. Estábamos en la base del headwall, exaltados.

Nos pusimos los pies de gato y Hayden se lanzó a por el terreno vertical de más arriba. Los primeros dos largos estaban compuestos de atlética escalada de 5.11- a través de grandes lajas positivas. Desviándose a la derecha, y después a la izquierda, de los buriles de la Vía del compresor, Hayden lo hizo utilizando buenos friends, comentando la felicidad por la calidad de los movimientos en un entorno tan extremo. Tras alcanzar una repisa a medio camino, Hayden escaló en libre directamente a la izquierda de la reunión, buscando cantos escalables en libre donde el año pasado Chris, en un estado debilitado, había recurrido al artificial. Desde este punto, Chris colocó una expansión en una sección de roca lisa y escaló recto, a través de la fisura que finalmente nos llevó a un callejón sin salida el año pasado. Hayden alcanzó la expansión y descendió hasta el nivel de la reunión. Haciendo un péndulo de un lado a otro del headwall, Hayden se agarró a un canto en la cúspide de este King Swing. Más cantos, conducían hacia abajo hasta un pequeño saliente en el cercano borde izquierdo del headwall. Tras limpiar el largo y deshacer el péndulo, llegué a la reunión que había montado Hayden, un lugar tan expuesto que bien podríamos haber estado en la luna.

Por encima, fisuras discontinuas, cantos y manchas de hielo proporcionaban paso hasta un perfecto granito rojo. Hayden se movió como un experto por el complejo terreno con una mezcla de escalada en libre y en hielo. Lo único artificial fue en nombre de la eficiencia alpina –atándose a un lazo para tallar un par de emplazamientos para friends en fisuras rellenas de hielo. Después de otra reunión, Hayden, todavía sintiéndose motivado para continuar de primero, realizó una brillante travesía a un tiro de piedra de la cumbre del headwall, siguiendo una mágica fisura paralela. La fisura se desvaneció y Hayden, fallándole los brazos a causa de la deshidratación, gancheó los últimos movimientos hasta la cumbre del headwall. Hayden empezó a gritar y yo supe que lo teníamos en el bolsillo. Seguí el largo con una enorme sonrisa. Habíamos contenido el aliento hasta este punto, honestamente esperando fallar en cualquier momento.

Soltamos nuestro material en el campo de nieve somital y nos lanzamos a por el hongo final hasta la cumbre. Acabábamos de hacer la primera ascensión en ‘buen estilo’ de la arista sureste del Cerro Torre en 13 horas.

Se ha hablado mucho durante años sobre quitar los clavos de presión de la vía del Compresor. Indudablemente, es mucho más fácil hablar de ello que hacerlo en realidad y acarrear con las consecuencias. Después de una larga introspección en la cumbre, sabíamos que la acción debía ser iniciada por alguien, sin consenso. Las partes siempre se mantendrán demasiado polarizadas para alcanzar un terreno común. Por supuesto, a la hora del cóctel, en El Chaltén se hablaba mucho de todos esos ‘y si’ acerca de escalar la arista sureste del Cerro Torre. A decir verdad, durante nuestra escalada y en los días que la precedieron, Hayden y yo no dijimos nada de sacar los clavos.

Hayden kennedy en el momento de la ascención. Foto: Jason Kruk

Hayden kennedy en el momento de la ascención. Foto: Jason Kruk


Buen estilo, qué quitamos, qué dejamos

‘En buen estilo’ (fair means) no quiere decir sin expansiones. El uso razonable de expansiones ha sido una práctica aceptada desde hace mucho tiempo en esta cordillera. A menudo, escalar este granito liso y vertical sería una locura sin el uso controlado de este tipo de protección. Nosotros chapamos cuatro expansiones emplazadas por Salvaterra en su variante –dos en una reunión y dos por protección. Estaban colocadas a mano sobre granito negro, en un terreno improtegible de otro modo. Más arriba, usamos el expansivo colocado por Chris en nuestro intento del año pasado. Nos parece que cinco anclajes en lugar de 400 es un resultado bastante bueno. También usamos dos de las reuniones originales de Maestri en el headwall, que estaban en lugares muy cercanos a otras opciones naturales de anclaje. Creednos, sabemos cómo montar reuniones. El hecho de optáramos por dejar esos clavos quiere decir que era demasiado tonto no usarlos durante el ascenso. Nuestro principal objetivo era el respeto por la montaña. Los rápeles del headwall se podrían haber cortado y reemplazado por fisureros y pitones. Sin embargo, considerando que en una línea bonita y popular va a haber inevitablemente rápeles montados, parecía más lógico dejar los que ya existían antes que eliminarlos, y permitir que las reuniones se degradaran lentamente hasta convertirse en los rápeles de cinco o seis piezas de cable hecho jirones que se pueden encontrar en otras vías populares de la cordillera.

Al final, quitamos los clavos en todo el headwall y en uno de los largos de abajo. Nuestra mejor estimación contaría unos 125. Hubiéramos continuando quitando más abajo, si no hubiera sido por nuestros amigos Víctor y Ricardo, que dependían de los buriles de la travesía de 90 metros para bajar.

La cuestión que queda es por qué. Las acciones de Maestri fueron una total atrocidad. Su uso de los clavos y de maquinaria pesada fue escandaloso, incluso para la época. La arista sureste era realizable en ‘buen estilo’ en los años 70, él le robó esa escalada al futuro.

El Cerro Torre, una montaña tan perfectamente vertical por todos los lados, es la postal ideal de lo que es el alpinismo. No debería haber ningún camino fácil hasta la cima. El hecho de que hubiera una glorificada vía ferrata hasta su cumbre ofende profundamente una comunidad global de alpinistas. Si el Cerro Torre fuera algo más accesible, alguien hubiera quitado los clavos de Maestri mucho tiempo atrás, devolviendo la montaña a su antigua grandeza.

kennedy y kruk en la cima de la Torre Egger, Diciembre 2011. Foto: Jason Kruk

kennedy y kruk en la cima de la Torre Egger, Diciembre 2011. Foto: Jason Kruk

¿Quién cometió el acto de violencia contra el Cerro Torre? ¿Maestri, instalando los buriles, o nosotros, quitándolos?

Mientras el material permanecía en la pared había justificación para el uso excesivo de expansiones por parte de otros. Nosotros formamos parte de la próxima generación, el grupo de jóvenes aspirantes a alpinistas. Esta es una declaración que creímos que otros jóvenes alpinistas necesitaban escuchar.

Nuestros sentimientos reales fueron confirmados por tres jóvenes escaladores argentinos con quienes nos cruzamos mientras caminábamos en el trekking de vuelta. Sus ojos se iluminaron mientras nos decían cómo estaban de motivados para escalar el Cerro Torre ahora, para entrenar más duro, para ser mejores. Para superar el reto que le ha sido restituido a la montaña. Dos días después, harían una ascensión excepcional a la Aguja Standhardt, por la vía Festerville.

Un puñado de gente escaló la Vía del compresor y lo pasó bien, pero ahora es una nueva era para el Cerro Torre. Días después de nuestra ascensión, los jóvenes y talentosos alpinistas austriacos David Lama y Peter Ortner escalaron en libre su propia variante de la arista sureste. Esta noticia fue muy motivante para Hayden y para mí, y es una prueba más de que los clavos eran innecesarios.

Debe de ser difícil atribuirse más autoridad que Comesaña, quien, tras oír la noticia de nuestras acciones, respondió:

“En mi nombre y en el de otros que renunciaron al sueño de ser los primeros en escalar esta montaña fantástica, reclamo nuestro derecho a borrar de las paredes del Cerro Torre todos los restos –compresor incluido- de la violación cometida por Maestri en los 70 y pienso que nadie –por ninguna razón- puede tener más derecho que nosotros”.

-Jason Kruk, Squamish (Britis Columbia)
-Hayden Kennedy, Carbondale (Colorado)


Fuente:
www.desnivel.com


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