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Agosto 2010 – Revista Digital Nro 27
Primera ascensión al Cerro Uritorco por la pared Norte

Esta es la vía de escalada, más directa de este cerro de 1.979 metros, ubicado en la provincia de Córdoba

Por Jorge González


Restauración Fotográfica:
Centro Cultural Argentino de Montaña, Natalia Fernández Juárez


Uno de los cerros más visitados de Córdoba ofrece una nueva alternativa para los que gustan de escalada en roca. Una ruta con desafíos técnicos y físicos.

Integrantes: Jorge Gonzalez, Eduardo Maggio y Javier Peralta Ramos

Lo veía desde la ruta rumbo a Capilla del Monte. Trataba de descubrir una vía directa. Una y otra vez parecía esconderse entre las nubes, me engañaba con la vegetación, crecía altiva en un atardecer fantástico o decaía bajo un cielo plomizo y sin brillo.

El Uritorco de 1.979 mts. de altura que atraen por su energía o sus cristales de cuarzo, no es tema de conversación entre los andinistas. Su anonimato aumentaba mi ansiedad. De cualquier forma, pensé, llegaría el momento de develar la incógnita y hasta ese día, me agradaba saber que un nuevo objetivo rondaba en mi cabeza, mantenía despierta mi imaginación.

Ubicación del Cerro Uritorco, Provincia de Córdoba, Argentina


Durante cuatro meses estuve dando un curso. Todas las semanas, una vez al menos, me encontraba con tres amigos para ir a escalar. Por el cañadón donde corre el cauce del río Dolores, exactamente en el punto donde pasa a llamarse San Marcos o de La Costa, se levantan frentes de granito que promedian los 30 o 40 mts. de altura. Allí tirábamos nuestras mochilas sobre las piedras, hacíamos fuego y compartíamos el libre andar por la montaña. Ese lugar fue el aula, el sitio en el que mis amigos comenzaron a saber de un mosquetón, de una cuerda, de una maniobra de seguro, de los nudos y el descenso en rappel. Allí nos apretamos las manos con fuerza después de cada ruta. Pequeñas cumbres donde las palabras fueron reemplazadas por las emociones y corrió el tiempo en el que yo comencé a aprender de ellos.

La pared norte y el canalon de acceso desde la estancia Uritorco, Córdoba. Primera Ascensión al Cerro Uritorco por la pared Norte

La pared norte y el canalon de acceso desde la estancia Uritorco


Roca y Agua

Eduardo Maggio, Julio Guevara y Javier Peralta Ramos comenzaron a mirar la roca con ojos nuevos. Comenzaron a entender que aunque escalar conducía a un estado emocional intenso, también requería de un esfuerzo. Usar la técnica para abrir el camino del espíritu. Y como final del curso, surgió mi propuesta: la pared norte del Uritorco. Casi 300 mts. de roca llevarían a la práctica todo lo hecho. Los últimos encuentros en nuestro lugar de entrenamiento incorporaron un nuevo motivo: teníamos una meta. Y ese hermosísimo río seco que nos conducía a las paredes se transformó en un símbolo fuerte y vital. Agua y roca nos vieron muchas tardes allí extrañamente colgados, buscando ser libres.

Acercamiento superando un monte espinoso, bajo y cerrado. Cerro Uritorco, Córdoba. Primera Ascensión al Cerro Uritorco por la pared Norte

Acercamiento superando un monte espinoso, bajo y cerrado. Cerro Uritorco


Sensaciones

Pasó el invierno. La primavera comenzó sin el empuje de otros años castigada por la ausencia de lluvia. La luna, sin embargo, iluminaba con fuerza cada noche y auguraba tiempo estable. Me fui a explorar la pared. Allí me quedé, sentado sobre una piedra, mirando la maravilla de sus tonos al atardecer. Se tiñó primero de dorado, tomó después un extraño color lila y finalmente viró al gris oscuro hasta perder nitidez. El frío me hizo sacudir los hombros y cargar la mochila para el regreso. Pronto, estaba convencido, nos pondríamos en marcha.

El ingreso debíamos hacerlo por la propiedad de las Anchorena, dueñas, en rigor, del Uritorco. El día que "estudié" la posible ruta, solicité permiso al encargado y di aviso de mi interés en regresar para escalarla y permanecer dos días en la zona. Los incendios, lamentablemente frecuentes en la región, reclamaban la presencia de Julio Guevara y no podría acompañarnos. Javier y Eduardo serían mis compañeros. Nos pusimos en camino con toda la carga en la espalda: equipo, víveres y lo necesario para el vivac que habíamos contemplado al pie de la pared. El monte bajo y espinoso se nos puso delante para probar nuestro empeño. No había indicios de que alguien hubiera transitado por allí y estoy convencido de que sólo es justificable con la firme convicción de escalar ese flanco.

Mapa de la ruta a la pared norte del Cerro Uritorco, Córdoba. Primera Ascensión al Cerro Uritorco por la pared Norte

Mapa de la ruta a la pared norte del Cerro Uritorco


A las tres horas de marcha, Eduardo dio con un gran molle que nos resolvía el problema de nuestra primera noche. En una suerte de gran canalón se daba este casi único sitio en el que la protección de la enorme copa del árbol nos pondría a resguardo de los vientos tan comunes en el Uritorco.

Ningún presagio de tormenta y menos aún de lluvia hacía temer que ese canalón se convirtiera en desagüe de alguna vertiente que creciera repentinamente. Por el contrario, la falta de agua era un problema acuciante que sufriríamos más tarde. Por lo demás, todo allí era hermoso y al mismo tiempo extraño. A la belleza propia del lugar y la pared rocosa que se levantaba a unos 600mts. de nuestro campamento, se sumaba un secreto silencio. Y, si algo podría explicarlo, era para mí la ausencia de todo vestigio humano. Aquel rincón del planeta parecía solo habitado por un viento cálido venido de muy lejos, se desprendía de toda noción de tiempo, nos miraba como un antiguo templo que ninguna mano había modelado. Ejercía una misteriosa atracción. Se pobló la noche de estrellas y nuestro fuego se fue extinguiendo poco a poco. En algún momento, nos convertimos en parte de la oscuridad y las leyes de la naturaleza.

Grandes bloques en el primer tramo del Cerro Uritorco, Córdoba. Primera Ascensión al Cerro Uritorco por la pared Norte

Grandes bloques en el primer tramo del Cerro Uritorco


Sobre la Piedra

A las 8 de la mañana alcanzábamos el pie de la pared y, media hora más tarde, desplegábamos la cuerda y nos metíamos en los dominios del granito. Una pared limpia, franca, vertical, poco a poco acariciada por el sol, se nos presentaba delante. El color grisáceo o a veces verdoso que le veíamos se convirtió en rosado cuando estuvimos cerca. Buenas tomas y buenos anclajes. Un diedro perfecto de unos 7 mts. se levantaba a la derecha en el segundo largo. Me sentía como un pájaro, volvía a vivir emociones que me recordaron al Paine. Un gran balcón nos permitió caminar sin equipar hasta quedar debajo de la roca desnuda. Hacia la derecha y luego una chimenea angosta inclinada nos llevó a un nuevo relevo. La mañana avanzaba y con ella el sol. Dos largos más y siempre buscando la ruta más directa en la parte más alta del frente norte. Escalar en esa roca era realmente placentero.

No se ve más que el cielo encima de la sucesión de bloques grises y no se puede precisar dónde terminan. Hacia abajo, la verticalidad no deja tampoco apreciar las formas y, a los costados, placas enormes y lisas cierran el conjunto y nos aíslan como si estuviéramos dentro de una caja de granito. Para nuestra sorpresa, después de dos largos aéreos, técnicos, seguros, se nos presentó una brecha, un canalón que dividía la pared que habíamos superado de otra que comenzaba 30 mts. más abajo. Buscamos a nuestra derecha un paso y subimos por un pastizal de altura abrupto al pie del segundo contrafuerte que constituía el filo principal de la cumbre. Y allí se presentaron los problemas más serios.

Cueva del musulman, cara Norte. Cerro Uritorco del Libro Guia de Trekking y Escalada de Edtorial Palloni. Foto: Rodrigo Esmella. Primera Ascensión al Cerro Uritorco por la pared Norte

Cueva del musulman, cara Norte. Cerro Uritorco del Libro Guia de Trekking y Escalada de Edtorial Palloni.
Foto: Rodrigo Esmella


Los tres últimos largos, de 5º, con roca inestable, vegetación y pocos lugares francos de seguro, fueron realmente difíciles. Pero el fuerte sol que nos había castigado, la fatiga acumulada y la ansiedad por la espera del momento en que se terminara el esfuerzo, sin duda se agregaron para que la resistencia de la roca pareciera tremenda. Lógicamente, así es esta actividad: sobre el final, es donde más equilibrio y entereza requiere.

A las once horas de estar en la pared salimos al cielo, terminamos la escalada, vimos a unos 300 mts. de distancia horizontal la cumbre del Uritorco. La tensión había terminado. Nos dimos un abrazo, nos miramos los rostros cansados y nos dijimos uno al otro que lo habíamos logrado.

Contrafuertes de la pared Norte del Cerro Uritorco, Provincia de Córdoba del Libro Guia de Trekking y Escalada de Edtorial Palloni. Foto: Rodrigo Esmella. Primera Ascensión al Cerro Uritorco por la pared Norte

Contrafuertes de la pared Norte del Cerro Uritorco, Provincia de Córdoba
del Libro Guia de Trekking y Escalada de Edtorial Palloni. Foto: Rodrigo Esmella


Nuestro descenso por el sendero de La Toma nos obligó a otras tres horas de marcha con el equipo a cuestas. Cansados, de noche, muy sucios, sedientos, llegamos a Capilla del Monte.

Bautizamos la ruta como Vía Mallory, ya que no vimos rastros de un paso anterior o de antecedentes sobre algún intento. Describir el comportamiento físico del lugar no es tan complicado como intentar hacerlo con las emociones que generó en nosotros. No solo por el aislamiento de la pared. Habíamos escalado (como siempre ocurre) una imagen de nosotros mismos. Y creo que el único que entiende sin hacer preguntas es el arroyo de nuestro lugar de encuentro.

A la semana siguiente, otra vez la cuerda estaba bajo un frente de granito de 30 o 40 mts. Me quedé mirando las aguas del río seco. Corren incansables, sorteando una piedra, uniéndose después en un solo cauce, sin perder su carácter de río, sin aspirar a otra cosa.

Maniobra de relevo en la primera mitad de la escalada al Cerro Uritorco. Primera Ascensión al Cerro Uritorco por la pared Norte

Maniobra de relevo en la primera mitad de la escalada al Cerro Uritorco


El Cerro

El cerro Uritorco, traducido como "cerro macho" o "de los loros", es la mayor elevación del cordón de las Sierras Chicas, en el valle de Punilla. Sus 1.979 mts. de altura son recorridos por centenares de visitantes atraídos por una energía especial y el fenómeno OVNI.

Después de realizar la primera ascensión de su filo oeste, conocer el sendero normal de La Toma y lograr la escarpada pared norte, subimos el flanco este partiendo de Huertas Malas.

Once horas de escalada en el granito del franco norte del Cerro Uritorco, en la via Mallory, Provincia de Córdoba. Primera Ascensión al Cerro Uritorco por la pared Norte

Once horas de escalada en el granito del franco norte del Cerro Uritorco, en la via Mallory, Provincia de Córdoba


Es una montaña de carácter, con 1.000 mts. de desnivel y cambios climáticos repentinos que obligan a no subestimar su altitud. No viví ninguna experiencia fuera de lo normal, pero en todos los casos sentí que estaba "comunicado" con la montaña.

Creo haber ido siempre con una actitud interior transparente y estoy convencido de que por eso el Uritorco me recibió con un sol generoso y ausente de borrascas.

Algo que me hizo recordar aquella frase de Paul Eluard: "Existen otros mundos, pero están en este".

El segundo frente de la vía presentó las mayores dificultades.
Franco norte del Cerro Uritorco en la via Mallory, Provincia de Córdoba

Cumbre del Cerro Uritorco, Tapa del Libro Guia de Trekking y Escalada de Edtorial Palloni. Foto: Rodrigo Esmella. Primera Ascensión al Cerro Uritorco por la pared Norte

Cumbre del Cerro Uritorco, Tapa del Libro Guia de Trekking y Escalada de Edtorial Palloni.
Foto: Rodrigo Esmella


Bibliografía Recomendada:

- Revista "Weekend", Enero 1996.


Área Restauración Fotográfica del CCAM:
Natalia Fernández Juárez

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